¿Qué es la Trombosis Venosa Profunda?

En las extremidades inferiores existen dos grupos de venas. Las venas profundas se llaman así por que son las venas más grandes e importantes y están localizadas cerca de los huesos, en el compartimento profundo. Las venas superficiales están por debajo de la piel, son venas menos importantes y se localizan en el compartimento superficial. La trombosis venosa profunda es la formación de un coágulo en el interior de las venas profundas. La trombosis venosa profunda ocurre habitualmente en las extremidades inferiores (sitio más común), pero puede presentarse en otros lugares como en el abdomen (vena cava, intestinos, riñón) y en los miembros superiores.

¿Por qué es peligrosa una Trombosis Venosa Profunda?

La trombosis venosa profunda no es un problema que ponga en peligro la vida por si misma. Sin embargo, el coágulo se puede romper y viajar por el sistema venoso hasta alojarse en los vasos pulmonares. Esta última situación se le conoce como embolia pulmonar y es una complicación que pone en peligro la vida. Es por este motivo que el diagnóstico y tratamiento oportuno de la trombosis venosa profunda es muy importante para evitar la embolia pulmonar

¿Cuáles son los factores que pueden favorecer una Trombosis Venosa Profunda?

La trombosis venosa profunda puede ser clasificada como secundaria (si existe un factor que la desencadene) o primaria (si no hay factor desencadenante).
Los factores que pueden aumentar el riesgo de una trombosis venosa profunda son los siguientes:
  • Edad: es más común a partir de los 40 años aunque puede ocurrir a cualquier edad.
  • Periodos de inmobilización: esto favorece la estasis de la sangre dentro de las venas. Algunos ejemplos de situaciones que provocan inmobilidad son: reposo prolongado en cama, enfermedades neurológicas que paralizan alguna extremidad, recuperación después de una cirugía o algún golpe importante, viajes prolongados.
  • Antecedente de una Trombosis venosa profunda: el 25% de los pacientes puede presentar una trombosis de repetición.
  • Cáncer y su tratamiento (Quimioterapia, radioterapia).
  • Cirugía: las intervenciones de rodilla y cadera tienen riesgo alto.
  • Traumatismo y golpes intensos.
  • Embarazo y las primeras semanas después de un parto/cesárea.
  • Uso de anticonceptivos hormonales.
  • Tener un catéter venoso central, catéter para hemodiálisis o un marcapasos.
  • Trombofilias: alteraciones genéticas que se trasmiten por herencia que favorecen la
    activación de la cascada de la coagulación dentro de las venas.
  • Otras enfermedades pueden manifestarse con una trombosis: enfermedad inflamatoria intestinal, lupus eritematoso sistémico. En ocasiones, los pacientes pueden presentar varios factores de riesgo, por ejemplo, una persona de edad avanzada que se somete a cirugía de prótesis de cadera la cual se fracturó por una caída importante.
  • Edad: es más común a partir de los 40 años aunque puede ocurrir a cualquier edad.
  • Periodos de inmobilización: esto favorece la estasis de la sangre dentro de las venas. Algunos ejemplos de situaciones que provocan inmobilidad son: reposo prolongado en cama, enfermedades neurológicas que paralizan alguna extremidad, recuperación después de una cirugía o algún golpe importante, viajes prolongados.
  • Antecedente de una Trombosis venosa profunda: el 25% de los pacientes puede presentar una trombosis de repetición.
  • Cáncer y su tratamiento (Quimioterapia, radioterapia).
  • Cirugía: las intervenciones de rodilla y cadera tienen riesgo alto.
  • Traumatismo y golpes intensos.
  • Embarazo y las primeras semanas después de un parto/cesárea.
  • Uso de anticonceptivos hormonales.
  • Tener un catéter venoso central, catéter para hemodiálisis o un marcapasos.
  • Trombofilias: alteraciones genéticas que se trasmiten por herencia que favorecen la
    activación de la cascada de la coagulación dentro de las venas.
  • Otras enfermedades pueden manifestarse con una trombosis: enfermedad inflamatoria intestinal, lupus eritematoso sistémico. En ocasiones, los pacientes pueden presentar varios factores de riesgo, por ejemplo, una persona de edad avanzada que se somete a cirugía de prótesis de cadera la cual se fracturó por una caída importante.

¿Cuáles son los síntomas de una trombosis venosa profunda?

En algunos pacientes los síntomas iniciales son muy leves y sutiles pero suelen incrementarse de intensidad con el paso de los días. En algunos otros pacientes los síntomas se presentan de forma súbita.

Las principales molestias son:
  • Hichazón de una extremidad (edema), lo más común es en la pierna.
  • Dolor, sensibilidad, sensación de pierna pesada. El dolor puede aumentar después de estar un tiempo de pie o sentado.
  • Enrojecimiento y cambios de coloración.
  • Aumento local de la temperatura, la extremidad se siente caliente.
  • Las venas cercanas a la piel aumentan de tamaño.
  • Las venas cercanas a la piel aumentan de tamaño.

¿Diagnóstico de la trombosis venosa profunda?

La evaluación por una trombosis venosa profunda requiere una revisión física y una historia de los antecedentes médicos del paciente. Sin embargo, la trombosis venosa profunda se diagnostica con un estudio de imagen, es decir, se tiene que ver el trombo en el interior de la vena.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento?

Algunos pacientes pueden ser tratados en su casa y otros pueden requerir hospitalización, eso depende la presentación de cada paciente. Todos los pacientes deben recibir anticoagulantes con la finalidad de impedir que el coágulo crezca, impedir que se rompa (embolia pulmonar) y evitar complicaciones a largo plazo. El período mínimo de anticoagulación es de 3 a 6 meses aunque en algunos casos puede ser más. Es importante llevar un seguimiento y un apego con el médico para monitorizar la función adecuada del tratamiento. También se pueden incluir algunos medicamentos venotónicos y el uso de medias de compresión.
En ocasiones el paciente pueden ser intervenido, sin embargo, las intervenciones no son para todos, los pacientes deben tener criterios muy específicos. Las intervenciones incluyen la realización de un cateterismo para extraer el trombo, uso de un medicamento trombolítico para poder disolver el coágulo de forma rápida y la colocación del filtro en la vena cava inferior para evitar y prevenir embolias pulmonares cuando la anticoagulación no se puede administrar.

Causas de trombosis venosa

Ante la aparición de la trombosis venosa profunda, se tienen considerados varios factores como sus causantes u originadores. Entre ellos los más comunes son: lesiones cuyo tratamiento quirúrgico fue complejo, prolongado y de difícil recuperación, inmovilidad por largos periodos, administración farmacológica por vía venosa, cáncer reciente, problemas de coagulación sanguínea, carga genética para desarrollar TVP, obesidad, descontrol en tratamientos hormonales y edad avanzada.

Complicaciones en trombosis venosa

El riesgo latente al formarse un coágulo o trombo (sangre coagulada acumulada) en una vena profunda, lo cual ocurre con mayor frecuencia en piernas, es su viaje con dirección al corazón, pudiendo generar en su trayecto un bloqueo u obstrucción del conducto impidiendo el flujo sanguíneo normal. Ocurriendo esto a nivel arterias pulmonares se ocasiona una embolia pulmonar, una privación de sangre y oxígeno que conlleva a una situación muy crítica porque puede cobrar la vida de una persona si no se trata la situación de manera precisa y rápida.

Para prevenir agravamientos en casos de trombosis venosa profunda (TVP), se recomienda acudir al angiólogo o cirujano vascular en caso de tener molestias persistentes como hinchazón, dolor, zonas muy sensibles, ardor, cambio de color en piel en tórax, pelvis, en extremidades superiores, pero sobre todo en inferiores. La visita al profesional experto debe considerarse como algo primordial si se cuentan con antecedentes familiares o se presentan factores de mayor riesgo como obesidad, hipertensión y tabaquismo.